La pieza faltante: Valorando el aporte no reconocido de las mujeres a la economía
En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, este #GraphForThought profundiza en un aspecto que a menudo se pasa por alto y en donde las mujeres juegan un papel fundamental: la economía del cuidado.
La economía del cuidado abarca el trabajo no remunerado y remunerado involucrado en nutrir, mantener y apoyar a individuos y comunidades. Desde el cuidado de niños y ancianos hasta tareas domésticas y apoyo emocional, las mujeres mayoritariamente cargan con esta responsabilidad, con frecuencia a expensas de su inserción en el mercado laboral. Las estadísticas revelan la gran magnitud de esta contribución. A nivel mundial, la OIT estimó en 2018 que se dedicaban alrededor de 16.4 mil millones de horas diarias al trabajo de cuidado no remunerado, equivalente a 2 mil millones de personas trabajando a tiempo completo sin remuneración, o alrededor del 25% de la población mundial total. Valorado en un salario mínimo por hora, este trabajo de cuidado no remunerado equivale al 9% del PIB mundial, ascendiendo a 11 billones.
Lo que muchas veces no se toma en cuenta es la importante disparidad de género dentro de este sector. A nivel global, las mujeres realizan tres cuartas partes (76.2%) del trabajo de cuidado no remunerado, dedicando en promedio 4 horas y 25 minutos al día, en comparación con 1 hora y 23 minutos de los hombres. Esto equivale a aproximadamente 201 días laborales por año para las mujeres en comparación con 63 para los hombres. Como evidenció un anterior #GraphForThought, la pandemia de COVID-19 no solo hizo estas disparidades más visibles, sino que también las profundizó.
Utilizando datos de las cuentas satélite de la economía del cuidado para cada país, la siguiente gráfica muestra que, en promedio, en América Latina y el Caribe el trabajo de cuidado no remunerado equivale a aproximadamente el 21.4% del PIB, significativamente por encima del promedio de la OCDE del 15%. En otras palabras, si se cuantificara el valor del trabajo de cuidado no remunerado, podría representar hasta 21 centavos por cada dólar generado por la economía de la región. También observamos cierta heterogeneidad en la región en cuanto al valor del trabajo de cuidado no remunerado, lo que podría depender potencialmente de factores demográficos (como el envejecimiento de la población), normas culturales (por ejemplo, la expectativa de las mujeres como cuidadoras principales) o políticas económicas (como el acceso a servicios de cuidado infantil). Sin embargo, es importante reconocer que las encuestas de uso del tiempo pueden variar y a menudo no son comparables.
Información tomada del sitio web PNUD América Latina y el Caribe
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